5 alternativas al centro comercial



Temperaturas bajo cero, lluvia y hasta nieve se esperan para las próximas semanas. Nos quedan tres meses de días cortos y grises. Como buen grumete, se que vendrán tormentas, fuertes marejadas y hasta alguna tormenta perfecta

Entre semana esto se traducirá en que muchos días no podrán salir del Roger –ni siquiera a la cubierta-  y los fines de semana y festivos, nos tendremos que quedar encerrados en casa. Un rollo… o ¿no?

El pasado otoño-invierno me acomode:” Con este frío donde vamos a ir…”  Este año sin embargo, tengo el firme propósito de luchar contra el “síndrome del centro comercial”. Del cual hablaré en un próximo post.

De momento os dejo 5 alternativas a ese plan:

1.- Centros Culturales. Creo que todos los barrios, pueblos, ciudades… cuentan con un espacio para las actividades culturales. Suelen contar con interesantes programas para niños y mayores. Conciertos, teatro, marionetas, magia, musicales, talleres, ludotecas… en los escenarios más próximos se encuentran grandes propuestas artísticas y de gran calidad. Hay oportunidades increíbles, propuestas a precios muy económicos e incluso gratuitos.

2.- Espacios abiertos. Vale hace frío, pero… supongo que ya todos conocemos forros polares, guantes, bufandas, plumas… En invierno, no es posible pasar el día completo al aire libre, pero si nos podemos permitir pequeñas exposiciones al exterior sin ningún riesgo. Piensa en ir a jugar con las hojas ahora en otoño, recoger setas, avistar pájaros o patos… en otoño e invierno, la naturaleza nos ofrece alternativas, solo hay que abrir los ojos.

3.- Familiares y amigos. Esta me encanta. Revisa tus contactos de wassap y facebook, ¿Dónde están? ¿Dónde viven? ¿Cuanto hace que no les tocas? Esta temporada es perfecta para reunirse con amigos y familiares alrededor de un chocolate, un café o un caldito. Intercambiar y compartir espacios habituales: pueblos, parcelas, chalets… es una forma perfecta de cambiar de paisaje. Prometo próximos post con ampliación sobre esta idea: da mucho juego!!!

4.- Librerías y jugueterías o pequeñas tiendas de barrio. Muchas, pero muchas mas de las que imaginas, han puesto en marcha interesantes iniciativas para atraer público a sus establecimientos también para niños y mayores. Talleres, recitales, conciertos, catas… existe una propuesta infinita y multidisciplinar. Mira los escaparates de tu entorno y lee sus carteles: te sorprenderás.

5.- Museos. Esta alternativa esta especialmente indicada para los que viven o tienen cerca grandes núcleos urbanos donde suelen multiplicarse la oferta de  museos, exposiciones… casi todos, cuentan también con actividades alternativas y muy alejadas de la visita tradicional a un museo. Además, existen algunos especialmente atractivos para los más pequeños y que a veces se nos olvidan: trenes, marionetas, aviones o juguetes, por ejemplo.
 
Estas propuestas cumplen condiciones básicas de accesibilidad para todos los públicos. Son cinco, pero sólo estamos en diciembre; en febrero, espero que con mis ideas y las vuestras, tengamos una lista mucho más amplia. Espero vuestras alternativas, sed creativos y realistas, por favor!!!

Llegamos en Navidad

El calendario me obliga a dejar las presentaciones para tiempos menos cargados de cosas que deciros. Tenemos el barco a toda vela por el tema de las fechas que ya casi surcamos. No quiero dejar datos, alertas, consejos, recomendaciones, experiencias y confesiones en la bodega hasta la próxima Navidad.

¿Un ejemplo?

Está ultima semana la tripulación ha estado muy mermada. El frío ha traído grandes enemigos que han abordado el barco por la popa y no han dejado grumete, capitán, marinero o almirante sin tocar.

Fiebre, mocos, toses, tripas malitas… el despliegue de síntomas ha sido completísimo. La situación es nefasta se rompen las rutinas de trabajo, las de sueño, las de comida, los repartos de trabajo. La alerta requiere de un plan de emergencia estructurado y ya probado para que las consecuencias se dejen sentir lo menos posible.

Os dejo el mío con algunas ideas:

Plan de emergencias ante contingencias invernales (Mocos y catarros)

1.- Alerta a los síntomas. Toses,  mocos… fiebre! No dejes pasar las señales, aunque mires para otro lado y los disfraces con paracetamol o ibuprofeno, no van a desaparecer. Si la tripulación está mala no hará sino ir a peor, al menos, los tres días siguientes.

2.- No ignores las reglas mínimas higiénico sanitarias. Es importante no colaborar en la propagación de estos terribles enemigos. En este caso: “Compartir no es vivir”, sino todo lo contrario. En el Roger, en estos días muchos grumetes y marineros han tenido que volver a puerto por unos días hasta su total recuperación.

3.- Personal de apoyo. Familiares (sobrinos, abuelos, madrinas, primos, tías), amigos o profesionales es importante contar con una red de contactos a las que recurrir en estos casos.

4.- Días de vacaciones. Si es posible y te lo puedes permitir, puede no ser tan grave. Es verdad que no es un planazo pero hasta en la enfermedad, podrás disfrutar de grandes momentos con los enfermos.

5.- Consulta a un profesional sanitario y sigue sus pautas… Sin embargo, no desprecies la sabiduría popular: cebolla, baños tibios, infusiones… y sin tienes dudas sobre estos y su seguridad consúltalos con el médico. Un buen profesional te dará la verdadera validez, peligros y resultados de todo este tipo de remedios.

6.- Aprovecha el encierro obligado. Valorando el estado del o los afectados, puedes elaborar un plan de actividades adaptado.
  • Leer, ver pelis o sus series favoritas para los más afectados.
  •  Cocinar, adornar la casa o alguna labor como coser, hacer punto… Son adecuadas para enfermos intermedios.
  • Para los más leves o los días previos a la recuperación absoluta –sin fiebre- actividades más movidas: circuitos de psicomotricidad, unas clases de baile… las consolas, videojuegos... pueden ser grandes aliadas. Pero si no tienes ninguna a mano, no te preocupes, música y libertad serán suficientes. En you tube tienes mil ejemplos de coreografias para mayores y niños con motivos mas o nada navideños para estos casos.
La grumete que os escribe adora el tiempo de adviento tanto como el verano, el carnaval o la semana del libro. Ya nos iremos conociendo, aunque grumete aún en prácticas y con mucha falta de horas en la mar, lo cierto es que cuento con un timón sólido y a veces mágico.